Mistero

Habían encontrado el cuerpo de una joven en el pequeño lago del Parque Norte de Milán, el mismo lugar donde hace unos años fue asesinado un pobre cisne que vivía allí, la chica llevaba un vestido largo amarillo como si estuviera lista para ir a una fiesta, no presentaba lesiones ni signos de violencia, estaba intacta, tal vez había estado allí por poco tiempo. Un joven policía novato pensó que era una escena horrible, una que nunca hubiera querido ver y se preguntó si había elegido un trabajo que podría ser emocionante, pero no adecuado para él.

Fue identificada de inmediato, sus padres habían presentado una denuncia por desaparición el día anterior, era hija de un delincuente al que nadie había logrado atrapar con las manos en la masa, era muy rico y muy temido en su entorno. La autopsia reveló que había muerto ahogada, supieron que sabía nadar muy bien y descartaron la hipótesis del suicidio.

Comenzaron las investigaciones y descubrieron que Stella, así se llamaba la niña, llevaba una vida normal, vivía en una hermosa casa en el centro de Milán, era hija única, estudiaba derecho y no tenía contacto con el entorno paterno, sin embargo, ella tenía muchos amigos en la universidad y un novio a quien también investigaron, pero él llevaba dos meses en el extranjero y por tanto tenía una coartada férrea.

No había pistas de ningún tipo, solo que la habían visto alejarse sola de la fiesta a la que había asistido en casa de una amiga. El caso parecía muy difícil pero el joven policía, que estaba en su primer caso, se quedó en schock al pensar que la pobre muchacha había sido arrojada de esa manera, así estaba realizando una investigación paralela a la oficial que iba despacio. Descubrió che en casa de la niña, había grandes problemas, el padre golpeaba a su mujer y ocurrían escenas terribles. Stella también presenciaba muchas veces y ya no lo soportaba, había decidido irse de casa llevándose a su madre con ella. 

Interrogó a todo el personal de la casa, pero, aunque odiaban a su amo por su crueldad y por otras razones, no pudieron o no quisieron dar otra información útil. 

Casi había perdido la esperanza de resolver el caso, cuando recibió una llamada telefónica en la noche, de una mujer che no dio su nombre, pero dijo que tenía algunas informaciones importantes y le dio una cita para el día siguiente en una pequeña iglesia desacralizada a las afueras de Milán, esperó durante una hora, pero nadie apareció.  Regresó a la oficina desanimado.

A la mañana siguiente, de camino a la oficina leyó que una criada de la familia de Stella había sido encontrada muerta detrás de un arbusto, bastante cerca del lugar de la cita…

Este misterio se está volviendo demasiado largo para ser un micro relato, así que si quieres saber quién es el asesino lee el siguiente episodio, o haced algunas hipótesis y continuad vosotros mismos.

Leda Negri

Mistero (segunda parte)

El policía no se rindió, quería absolutamente resolver el misterio así que pensó interrogar a los amigos de Stella.

Algunos no aportaron información útil, pero su mejor amiga, que ya había sido interrogada por la policía decidió hablar; ella también quería encontrar al asesino. Explicó que habían sido muy unidas desde la infancia y que Stella le había contado que, después de que su novio se fuera a Londres, se había enamorado de un profesor de la universidad quien correspondía a su amor, pero estaba casado y tenía dos hijos. Le había dicho a su novio que ya no quería más estar con él.

Quedó muy impactado con esta noticia y decidió interrogar personalmente al profesor para impedir que alguien lo supiera y arruinar a su esposa y los hijos. Concertó una cita y él accedió  de inmediato a responder a todas las preguntas. Dijo que él también se había enamorado de aquella dulce y hermosa chica, pero que no quería abandonar a su familia y que Stella merecía un amor joven y libre, puesto que con él no era posible; aunque habría sufrido mucho, la hubiera dejado vivir libremente su vida, pero no tuvo tiempo de decírselo antes de que muriera. Parecía sincero y tenía una coartada: el viernes anterior a la fiesta había salido de Milán para ir a la montaña con su familia, el hotel que lo había hospedado confirmó su presencia.

Ahora ya no sabía adónde dirigir sus investigaciones pero, de repente, tuvo una especie de iluminación, quería saber más sobre el prometido que ni siquiera había aparecido el día del funeral. Fue a comprobar los vuelos Londres /Milán de las compañías aéreas que habían tenido lugar los días de la desaparición de la niña y descubrió que él había llegado a Milán el sábado y luego se había ido a la mañana siguiente. Inmediatamente informó a su jefe de lo que había descubierto, lo notificaron a la policía inglesa y lo llevaron de regreso a Italia.

Comenzaron los interrogatorios y el chico confesó llorando desesperado que tenía que encontrarse con Stella en el Parque Norte, donde se habían conocido y enamorado, para hablar con ella, quien le había dicho por teléfono que lo dejaría. Era casi de noche y no había nadie; esperó un poco, pero ella no llegaba, el pequeño lago estaba oscuro, creyó ver algo amarillo flotando en el agua, se dio cuenta horrorizado que era el cuerpo de Stella, no pudo hacer nada por ella, que ya estaba muerta. Su primer impulso fue huir antes de que lo descubrieran y lo culparan, tomó el primer avión y regresó a Londres, nadie sabía que estaba en Milan. Juró varias veces su inocencia pero la policía  lo mantuvo en prisión.

A la mañana siguiente los principales periódicos informaron que el presunto asesino era el novio y que lo habían encarcelado porque todas las pruebas estaban en su contra.

El mismo día una mujer acudió a la comisaría llorando y gritando que sabía quién era el verdadero asesino. Era la madre de Stella, intentaron calmarla, y ella afirmó que había sido su marido quien había matado a su hija. También la camarera debía encontrarse con la policía porque había visto la ropa de la chica, mojada y embarrada.

El padre había escuchado la llamada del novio pidiéndole a Stella que se reuniera con él en el lago y él también había ido al parque a ver qué pasaba entre ellos, pero había  discutido con ella, que lo había amenazado con ir a la policía a denunciarlo por sus negocios sucios y por golpear a su madre.

Enfurecido, la empujó al agua y, mientras ella intentaba salir, la mantuvo sumergida. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, ya se había ahogado. Él se había escapado y, una vez en casa, le había contado todo a su mujer pero encerrándola en su habitación por miedo de que llamara a la policía. Ella había logrado escapar con la ayuda de una camarera que le había dicho que el novio estaba en la prisión.

Esta vez el monstruo pagaría y permanecería en la prisión de por vida. Su chófer también testificó que lo había llevado al parque y traído de vuelta, exhausto y empapado. 

El joven policía pensó que finalmente habían encontrado al asesino, pero la desesperación de todos los que habían amado a Stella permanecía y duraría para siempre.

Leda Negri

Música

Yo tenía una hermana que era dieciséis años mayor que yo, ella era mi ídolo, era muy hermosa, y desde pequeña intentaba imitarla, me ponía su ropa, sus zapatos de tacones y jugaba con una amiga mía a ser damas.

Aunque a veces me regañaba porque le estropeada todo, me quería muchísimo y siempre me llevaba con ella cuando salía con sus amigos, tanto es así que me habían convertido en una especie de mascota del grupo y me llenaban de dulces y chocolate.

Además de ser hermosa, había aprendido a tocar la guitarra con un tío músico y cantaba con una voz muy agradable y afinada, a menudo entretenía con su música la familia y los amigos organizando veladas en nuestra casa, durante las cuales bailábamos teniendo mucho de diversión de una manera sencilla como  se usaba en aquellos tiempos.

Lamentablemente cuando yo tenía 11 años, ella se casó y se fue a vivir a un pequeño pueblo de montaña, como ella sufría mucho por la distancia de su familia yo pasaba todo el verano a su casa, dando largos paseos juntos y cantando todo el tiempo, a pesar de que yo era bastante desafinada.

Pasaron varios años, cuando yo ya tenía hijos y los suyos eran grandes, cada verano íbamos de vacaciones una semana ella y yo solas, durante el viaje en auto recuerdo que escuchábamos la música a máximo volumen, logrando charlar de todo.

El único problema con la diferencia de edad fue que en un cierto momento ella empezó a envejecer rápidamente, se olvidaba de las cosas, y ya no podía manejarse sola, traté de pasar el mayor tiempo posible con ella, pero ya no era la hermana que recordaba llena de vida y alegre, todos sufríamos al verla reducida a eso, lo que echábamos de menos era el sonido de su guitarra y su hermosa voz que nos animaba.

Pronto su vida terminó dejando un vacío que nadie podía colmar, por mucho tiempo ya no quise escuchar música  sin ella.

Aunque han pasado muchos años, si alguien pone música en el auto, me siento mal y lloro sin poder controlarme, non estaba preparada a perderla, me parecía que ella podría ser parte de mi vida para siempre.

Leda Negri

¿Qué queda?

Cansada, cansada, cansada…

De mis arrepentimientos.

De mis imperfecciones que ya no puedo aceptar.

De sentirme inadecuada.

De que mi cuerpo ya no está en sintonía con mi mente.

De los cambios que no tengo tiempo de hacer.

Del dolor.

Del miedo.

De los espejos que reflejan otra persona.

De ver a mis hijos luchar contra las adversidades.

De no poder salvar a mis nietos de las decepciones.

De mis intentos inútiles de ser positiva.

De saber que de todos nosotros quedará solo un puñado de polvo y unos recuerdos distorsionados.

Una semana después 

Que bien, qué bien, qué bien

Hoy es un maravilloso día de sol.

La semana pasada siempre estuvo lloviendo.

Hoy por la mañana veré a mi hija que vive al lado del mar.

Por la tarde iré  al parque con mis nietos y los dos perros,  mientras ellos juegan yo descansaré  leyendo un libro y mirando la plantas que están  echando hojas y flores.

Por la tarde iré a visitar a una vecina mía de 98 años que necesita compañía, ella siempre me cuenta de su vida y de la guerra, sus cuentos me gustan mucho.

Por la noche una pareja de amigos vendrá a cenar y luego jugaremos a las cartas.

La vida puede ser muy simple y placentera, así que no me importa nada de lo que quedará de todos nosotros. Hoy no quiero desperdiciar un maravilloso día de sol.

Leda Negri

Agua una historia con final feliz

El pobre perro flaco atado a una cadena bajo el sol abrasador, frente a una casa antigua rodeada por una valla, tenía tanta sed que le costaba respirar, llevaba mucho tiempo esperando que alguien le trajera agua y comida, pero nadie había aparecido.

Se habían olvidado de él, tenía la nariz caliente y un gran dolor en la garganta, había perdido toda esperanza y estaba resignado a morir. Nadie lo quería, el siempre recibía con agrado a quienes le llevaban la comida y el agua, pero nunca una caricia ni una salida a caminar, tiraban sus cosas en un recipiente sucio y se marchaban inmediatamente.

La casa cercana estaba deshabitada y por esa calle pasaba muy poca gente, de todas formas, no habría tenido fuerzas para ladrar.

Cerró los ojos, ni siquiera escuchó venir un auto que se detuvo a unos pasos de su casa, se bajó una mujer con dos niños, se miraron desconcertados a su rededor, evidentemente se habían equivocado de camino. Los dos niños se acercaron a la valla y lo vieron, llamaron a su madre impresionados por su apariencia, ella entendió que non había un momento que esperar para salvarlo.

La vieja valla cedió bajo sus golpes, entraron y por suerte lograron liberarlo de la cadena, lo llevaron a la sombra, pero ya no se movía, intentaron enfriarlo usando el agua que tenían en el auto, poco a poco se fue moviendo, lograron que bebiera unos sorbos de agua, luego lo subieron al auto para llevarlo a su casa, donde comenzó a comer pequeñas cantidades de comida.

Decidieron quedárselo si denunciar al propietario por miedo a tener que devolverlo a esa horrible vida.

Su salud mejoraba cada día, los niños estaban muy contentos, lo colmaban de caricias y mimos, él era mi dócil y cariñoso y sobre todo feliz.

Cuando se recuperó por completo decidieron llevarlo al río, apenas llegaron se arrojó al agua clara y fresca, no podía creer que hubiera tanta, recordando la sed que había sufrido, pensó que si el paraíso existía tenía que ser así.

Leda Negri

Recuerdos

Xavier estaba buscando un libro, cuando vio su álbum de la boda en la estantería, hacía tiempo que no lo veía, entró al salón y llamó a su mujer para verlo con ella. Hojeando el álbum recordó la linda pareja que eran y lo mucho que se amaban.

Miró a su esposa a su lado y se dio cuenta de que, 30 años después, ella había conservado un cierto encanto, estaba bien cuidada, siempre ordenada y era una madre excelente.

Al mirar las fotos surgieron muchos recuerdos y sensaciones para los dos, fue como retroceder en el tiempo cuando estaban enamorados, hacía mucho que no se sentían tan cerca.

Xavier se preguntó por qué la había engañado más de una vez y comprendió que era por su debilidad, al no poder resistir ciertas tentaciones.

Ciertamente ella siempre había sido fiel y no lo merecía, pero él nunca había pensado, ni remotamente, en dejarla.

Ángela también se emocionó mucho pensando en su boda, lo maravilloso que había sido ese día. Se preguntó por qué después 10 años de matrimonio y dos hijos se había enamorado de otro hombre, tal vez porque imaginaba que él no le era del todo fiel se sintió libre de no renunciar a lo que la hacía feliz.

En cierto momento su historia terminó porque ninguno de los dos tenía ganas de seguir fingiendo y escondiéndose, no querían hacer sufrir a las dos familias.

Ahora todo era diferente, solo quedaban ellos dos en la casa, los hijos eran independientes.

Continuaron mirando esos recuerdos y comentando sobre ellos, terminaron abrazándose, comprendieron que se habían encontrado otra vez, gracias a ese álbum que había despertado sus sentimientos y las ganas de continuar el camino juntos.

Leda Negri

Sol

Marisol tenía dos años cuando llegó a Italia desde Chile con sus padres en busca de una vida mejor.

Empezaron haciendo de todo, trabajando muchísimas horas cada día y, después de muchos sacrificios, lograron comprar un pequeño apartamento y pagar los estudios de Marisol.

Ella se sentía italiana, nunca habían vuelto en Chile, ya no tenían a nadie allí.

La chica tenía muchos amigos, afortunadamente nunca había sufrido episodios de racismo, sentía Italia como su patria, ahora estaba graduada y trabajaba.

En la universidad había conocido a un chico italiano y estaban enamorados, Marisol era muy hermosa, de piel ligeramente aceitunada y pelo largo y oscuro. Estaban saliendo desde hace meses, las dos familias nunca se habían encontrado, pero había llegado el momento de hacerlo, ya que querían casarse.

Ella estaba muy preocupada, tenía miedo de que no la aceptaran, sabía que eran muy ricos y che vivían en una casa grande, pensó en sus padres que siempre vestían con sencillez, imaginó que los de su novio serían gente elegante y refinada.

A medida que se acercaba el día del encuentro, el miedo crecía, la invitación era para el siguiente domingo, faltaba poco. Cuando llegó la hora de salir, se miró en el espejo por enésima vez, mamá y papá parecían tranquilos.

Llegaron a una calle con muchas casas hermosas, la de su novio era grande con un jardín lleno de flores, le temblaban las piernas, al entrar encontraron la familia en fila para saludarlos.

El padre primero estrechó las manos de sus padres hablando español, la madre la abrazó diciendo que había oído hablar mucho de ella y que lo que importaba era su felicidad.

Marisol sintió una sensación casi de santidad, pero justo en ese momento se despertó, era solo un hermoso sueño. Sus incertidumbres y dudas comenzaron de nuevo, pero luego, cansada de esa situación, pensó en que los sueños pueden hacerse realidad.

Era un maravilloso día de sol y, con calma, comenzó a prepararse para el evento.

Leda Negri

La casa

Se despertó, abrió los ojos lentamente, no entendía dónde estaba, sentía un dolor insoportable por todas partes y comenzó a gritar pidiendo ayuda.

Un médico llegó de inmediato, trató de calmarlo explicándole que estaba en hospital, lo habían transportado allí con heridas graves por todo el cuerpo, lo habían sedado para operarlo y el efecto de la anestesia había terminado, por lo que sentía mucho dolor. También le dijo que lo trasladaría lo antes posible a un hospital mejor equipado

Logró entender lo que le decía, pero su mente seguía confundida, no podía formular un pensamiento lógico.

Trató de relajarse a pesar del fuego que tenía en su cuerpo; de repente escuchó un ruido de disparos y un estruendo muy fuerte y de inmediato comenzó a recordar: mientras huía con sus hombres porqué su tanque estaba dañado, una mina había explotado cerca de ellos, pensó en esos muchachos enviados a la guerra tan jóvenes, no pidió noticias de ellos, non podía soportar otro dolor, solo podía esperar que hubieran sobrevivido

Para exorcizar la desesperación pensó en su familia, su esposa y sus hijos se habían refugiado con los abuelos que vivían en otro país, su casa había sido destruida y él se había alistado como voluntario: «pero qué inútil era morir por esta guerra injusta como todas la guerras, él no se dejaría aplastar por  los acontecimientos, habría luchado, para sanar y darle una nueva casa a su familia» se imaginó abrazándolos y le pareció sentir el calor y el olor de la piel de su esposa.

Se volvió a dormir, lo despertaron para decirle que había llegado el helicóptero para transportarlo al otro hospital, agradeció a Dios y Le imploró que pusiera fin a aquella horrible guerra.

Leda Negri

Miedo

Estoy celebrando mi 80 cumpleaños, nunca pensé que llegaría hasta aquí. A orillas de un mar fantástico, respiro el olor a sal que tanto me gusta, con toda mi familia: marido, hijos, nietos y mi mejor amiga que me cogió de la mano el primer día de escuela mientras lloraba. También nos acompañan los dos perros que adoro por todo el amor que solo ellos saben dar.

¿Realmente estoy bien? He recibido regalos, flores, buenos deseos; me siento feliz, pero de repente siento una punzada, un escalofrío, ¿es miedo? Pienso que me quedan pocos años, me gustaría hacer muchas cosas, la vita me gusta.

Miro a mi esposo y trato de recordar cómo fue cuando nos casamos hace 56 anos y lo enamorados que estábamos.

También miro a mi amiga, era muy hermosa y sobre todo transgresora, ¡cómo nos divertíamos juntas! Ahora es vegetariana, ecologista, metódica, en fin, perfecta, pero ya no es ella.

Lo más triste es que a mis hijos les están empezando a salir mechones blancos, me pare e imposible que envejezcan también.

Todo a mi alrededor ha cambiado, pero dentro de mí siempre siento lo mismo.

Finjo ser feliz para no defraudar a los que amo, pero la sensación de miedo no desaparece, la siento por todo mi cuerpo.

La fiesta se acaba, ha sido como quería, gracias a mi familia. Me pregunto: «¿qué me deparará el futuro? Vamos, tal vez todavía puede pasarme algo bueno.

Mi esposo me toma de la mano y siempre siento el mismo calor, mi nieta de 6 años me abraza y pienso que si llego hasta los 90 la veré crecer también.

Leda Negri

Cólera

Rosa estaba hojeando el álbum de foto familiar, encontró una foto de su hija Sara cuando tenía 15 años, era muy hermosa, ojos oscuros con pestañas largas, nariz pequeña, mejillas llenas con piel brillante, cuerpo tonificado de gimnasta; en ese tiempo asistía al bachillerato lingüístico y era una de las mejores alumnas de la escuela. Todo parecía perfecto, quizás demasiado.

Una vez volvió del gimnasio donde hacía ejercicio cada tarde, se veía muy deprimida, sus compañeras le habían dicho varias veces que estaba subiendo de peso y que nunca podría ganar una competición. En efecto su cuerpo estaba cambiando, estaba volviéndose más maduro, estaba floreciendo, como es normal a esa edad, sus amigas solo tenían envidia, pero ella ahora se veía gorda, por lo que decidió ponerse a dieta.

Este fue el comienzo de un desastre, ella comía muy poco, adelgazaba rápido, dejó la gimnasia artística y se incorporó a un gimnasio de fitness donde hacía sesiones extenuantes, su cara estaba irreconocible, su cuerpo cada vez más esquelético, su hermoso pelo ahora desgastado, las reglas se detuvieron, la situación era muy grave. Ella fue visitada por médicos y psicólogos, pero rechazó su tratamiento, tenía una visión distorsionada de sí misma, su peso estaba ahora en el límite más bajo. Fue declarada anoréxica sin esperanza.

En familia estaban desesperados, un día en el almuerzo estaban sentados alrededor de la mesa y Sara una vez más se negó a tocar la comida que su madre le había preparado con todo lo que le gustaba. El padre, a pesar de sufrir terriblemente, siempre se había controlado para tranquilizar a la familia. Aquel día fue tomado por una ira incontenible, tomó el mantel con todo lo que había arriba y lo arrojó contra la pared, luego corrió hacia su habitación desde donde todos escucharon a ese hombre tan bueno y paciente sollozando desesperado.

Sara se puso de pie y temblando, con las pocas fuerzas que le quedaban, recogió todo y el mismo día dijo a sus padres que aceptaría ser atendida.

Fue un camino largo y difícil, pero logró curarse por completo.

Rosa, con las lágrimas en los ojos por esos dramáticos recuerdos, sacó una foto de Sara radiante el día de su graduación y pensó en lo mucho que amaba a su esposo y en la inmensa gratitud que sentía por él que con ese arrebato de cólera y lágrimas había logrado penetrar en el corazón de su hija.

Leda Negri

Guerra y Paz

Miró por la ventana del autobús que los llevaba al aeropuerto, estaba nevando muy fuerte, abrazó su esposo sentado a su lado, pensó cuánto amaba su país tal como era: blanco y helado en invierno y con los campos amarillos por el sol en verano cuando maduraba el trigo. 

Estaban huyendo de la guerra, habían comenzado los bombardeos, trató de sentir el calor de su hogar, el olor de la madera ardiendo en la chimenea, las voces alegres de su familia durante las fiestas en las que todos se reunían.

Tal vez nunca recuperaría lo que amaba. Se arrepintió de haber considerado, por momentos, su vida aburrida, con la misma rutina cada día, no imaginaba la nostalgia que sentiría por esa vida que ahora estaba empacada en dos maletas.

Se preguntó si sus hijos podrían reunirse con ellos en el país de acogida, y cuántos habrían muerto en combate, así era LA GUERRA: muertos y destrucciones inútiles, solo porque alguien, para saciar su sed de poder, no quería la PAZ

Leda Negri

Una noche inolvidable

Cuando tenía 16 años me quedaba en el mar hasta finales de septiembre porque la escuela empezaba el 1 de octubre.

La última noche nos daban el permiso de encender una hoguera en la playa con el socorrista que nos vigilaba.

Era un joven de 25 años, rubio, alto, muy guapo, todas estábamos enamoradas de él, en invierno estudiaba y en verano trabajaba, era muy serio y apreciado por nuestros padres.

Esa noche de otoño todavía era cálida, empezamos a jugar juegos de playa, mientras nos divertíamos intentamos ahuyentar la melancolía del final de las vacaciones, cuando empezó la música, yo siendo muy tímida, como siempre, me resignaba a sentarme en un rincón, esperando en vano que alguien me invitara a bailar los famosos bailes lentos, pero tan pronto como escuché mi canción favorita, lo vi venir hacia mí. No me lo podía creer, me temblaban las piernas, logré levantarme, bailó siempre conmigo, yo estaba en el séptimo cielo.

En un momento, cansados de bailar, nos sentamos junto al mar, me dijo que su familia era muy pobre, él trabajaba para pagar sus estudios y que pronto sería médico, quería ayudar a los niños enfermos.

Cuando nos despedimos me dio un ligero beso en los labios, luciendo un poco triste, yo no pude decir una palabra.

Pensé en él mucho tiempo, pero nunca lo volví a ver.

Después de muchos años, mi nieta se rompió un brazo al caer de su caballo y fue ingresada en el hospital pediátrico. Yendo a verla, vi una placa con la lista de médicos del hospital, entre los cuales estaba su nombre. Esto despertó en mí dulces recuerdos de una maravillosa noche de mi adolescencia, pero sobre todo me encanto saber que su sueño se había hecho realidad.

Leda Negri

Fuga de la realidad

¿Quién nunca ha sentido la tentación de escapar de la Realidad? Se puede hacer solo durante los sueños, pero al despertar todo vuelve a aparecer como es.

La vida es una batalla constante y es hermosa por esta misma razón, a fin de cuentas no se puede sentir felicidad sin antes haber sentido dolor.

Ciertamente hay momentos terribles en los que a uno le gustaría huir, pero se deben tener en cuenta las probabilidades  de ser víctimas, pensamos que somos los arquitectos de todo, quien creó el mundo  nos ha dejado libres para actuar.

La única forma de no tener que escapar de la realidad es explotar la belleza que nos rodea en cada lugar y en cada circunstancia y, sobre todo, luchar por encontrar la solución y sentirnos en paz con nosotros mismos.

Leda Negri

El río

Era un agradable día de Julio, pero con una ligera brisa; Rocío decidió bajar al Rio, con su perro Pedro. Tomó el camino detrás de su casa. Era un sendero un poco empinado pero lo acababan de limpiar los agricultores que lo usaban para acceder a sus campos. Pedro la precedía y, de vez en cuando, desaparecía entre los arbustos atraído por algún animal, solo para aparecer sin aliento, o con el rabo entre las piernas, tal vez por haber visto a alguien más grande que él. Al costado del camino había castaños, hayas y abedules, y aquí y allá matas de lavanda púrpura, lirios de montaña anaranjados y mucha milenrama blanca y rosa, en el aire un aroma de flores silvestres calentados por el sol. A ella siempre le asombraba tanta belleza y paz. Al final del camino, cruzando una carretera, después de pocos pasos apareció la franja plateada del rio con el agua fluyendo clara entre piedras y grandes cantos rodados. Cuando llegó donde el río formaba un pequeño lago, Pedro inmediatamente entró en el agua, ella se desvistió e hizo lo mismo. El contacto con el agua la regeneró, luego de un pequeño baño, salió y se acostó al sol, sintió tal sensación de bienestar que las lágrimas de emoción le brotaron de los ojos. Fue en ese momento que tomó la decisión que la atormentaba desde hacía días. Ya no tenía duda, rechazaría la oferta de trabajo en la ciudad y se quedaría en su pequeño pueblo de montaña que amaba tanto y donde ella tenía su raíces.

Leda Negri

Píldoras de felicidad

El agua clara y fresca del mar alrededor de tu cuerpo, en verano.

_Caminar descalzo en la arena mientras recolectas conchas y piedritas de colores

_Pasear por un sendero de montaña y ver un pequeño corzo

_Mirar el amanecer o el atardecer cuando el cielo se vuelve de mil colores

_Un niño que corre hacia ti y te abraza

_Un tapañol con los amigos

_Cambiar de canal cuando hay el Gran Hermano

_Dormir abrazado a la persona que amas

_Recordar los buenos momentos que pasaste con una persona que ya no
está con nosotros

Podría seguir y seguir enumerando momentos de felicidad que se pueden
encontrar en todas partes, porque la vida siempre es maravillosa,
con sus altibajos, pues la felicidad absoluta no existe.

Leda Negri

Recuerdos de una trampa

Cuando tenía 11 años, mi hermana que era 16 años mayor que yo, se casó con un farmacéutico de un pequeño pueblo de montaña. Se conocieron en unas vacaciones en la playa donde íbamos cada verano y donde él practicaba en una farmacia local después de graduarse. Después de la boda, mi hermana extrañaba mucho a su familia, Milán y sus amigas así que, cuando terminaba la escuela, mis padres me llevaban con ella.

La farmacia era muy antigua, con grandes estantes de madera oscura, en la parte superior había una hilera de vasijas de cerámica con inscripciones en latín, lo que me hacía pensar que contenían pociones mágicas.

Yo pasaba mucho tiempo en la parte trasera de la farmacia, donde estudiaba o miraba los nombres de las medicinas y por qué se usaban. Desde la parte de atrás había acceso a un patio que se abría a un sendero junto al Rio Tanaro.

Un día, mi cuñado vio un ratón en el patio y decidió poner una trampa que inmediatamente cazó un ratoncito; cuando lo vi tenía los ojos muy asustados y me miraba buscando ayuda, de inmediato decidí liberarlo, tomé la trampa, me fui a la orilla del rio, con dificultad lo saqué y tiré la trampa al agua.

Cuando mi cuñado se enteró, se enojó, pero sus ojos se rieron porque él también amaba a los animales. Después de aquello, no puso más trampas y los ratones desaparecieron, tal vez había algunos gatos alrededor…

Leda Negri

La Velocidad de las flores y de los amores

Algunas flores nacen, florecen y se marchitan muy rápidamente, como algunos amores. 

Cuando era muy joven trabajé un tiempo en un aeropuerto, en el mostrador de información. Un día vino un joven muy guapo; cuando le di 

la información solicitada, me miró profundamente a los ojos y me 

acarició las manos. Nos enamoramos a primera vista. 

Pasamos una semana juntos día y noche sin separarnos nunca, y cuando las flores que me había regalado comenzaron a marchitarse, se fue. Supe desde el principio que nunca volveríamos a vernos, estaba bien así. Me envió postales de todo el mundo, las últimas 

de África. 

Todavía guardo su recuerdo en mi corazón y en un cajón secreto su 

libro de poemas con una flor entre las paginas.

Leda Negri

Una decisión difícil

Inés tuvo que ir al funeral de su esposo que había muerto repentinamente en Madrid. Habían estado separados por 10 años, tenían dos hijos y ninguno de los dos se había vuelto a casar.Comenzó a pensar en su boda, estaban muy enamorados, había sido felices por un tiempo, él había hecho una carrera y podían permitirse viajar, servidumbre y una hermosa casa, no les faltaba nada.

Con el nacimiento de los niños ella se dedicó por completo a ellos y después de un tiempo descubrió que él había comenzado a traicionarla. Pasaba varios días a la semana en Madrid y nunca cuidaba a sus hijos, aunque los amaba, quizás eran un impedimento. La situación empeoró y decidieron divorciarse.

Ella se quedó en su casa con los niños y él se mudó a Madrid, fue siempre muy generoso y la apoyó siempre, le ofreció varias veces volver a estar juntos, pero ella nunca había podido perdonarlo. Pensó con pesar que la vida sin él había sido tranquila, pero muy aburrida, era un hombre lleno de iniciativas que amaba las noticias, tal vez podría haberle dado una segunda oportunidad, pero ya era demasiado tarde.

Ahora tenía que empacar su maleta y decidir que vestido usar para el funeral ¿Negro o Rojo? Tomó un vestido negro del armario junto con una hermosa bufanda roja.

Leda Negri

Una decisión difícil

En Brasil el Fotógrafo Sebastiao Salgado y su mujer han replantado 600 hectáreas de foresta tropical

El futuro que imagino está muy lejos. Veo una hermosa playa de arena fina y dorada con el mar claro lleno de pequeños peces nadando en la orilla, veo una casa en medio de un bosque con un césped de flores. Es lo que me ofrecía cada verano de mi vida y que nunca aprecié lo suficiente, deseando ir a otros lugares. Ahora todo esto me parece un regalo maravilloso y es donde desearía poder ir con toda mi familia y ver a mis viejos amigos.

Esta horrible emergencia que nadie hubiera imaginado, nos ha enseñado a apreciar más lo que tenemos. Nunca quise abrazar y besar a mis amigos tanto como ahora, y entiendo que elegí a las personas adecuadas porque extraño su presencia.

En esta situación no faltan preocupaciones, el dolor por los muertos, el miedo de enfermarse y de no tener los medios para vivir, sin embargo, tuvimos mucho tiempo para reflexionar.

En realidad, tenemos demasiado, y podemos renunciar a algo y dárselo a quienes más lo necesitan. Encerrados en casa, el mundo ha mejorado, los niños se han quedado más con los padres quienes siempre trabajan y nunca tienen tiempo para

ellos, los animales ya no se sienten amenazados, no hay ruido, el aire está limpio e incluso en Milán puedes respirar bien si no contraes el virus….

Me pregunto si en futuro, cuando volvamos a la normalidad, recordaremos los valores verdaderos o si comenzaremos a comportarnos como antes.

Leda Negri

Historia de una Princesa

La princesa se despertó y miró tiernamente al hombre que dormía a su lado, una pequeña luz entraba por la ventana, se sentía feliz, estaba soleado y estaba en Paris con un hombre que realmente la amaba, por primera vez en su vida. Finalmente, después de tanto sufrimiento y traición se sintió segura, fue como entrar en un puerto tranquilo ajeno de cualquier peligro.

Ese feliz momento terminó tan pronto como pensó en sus hijos, la prensa seguramente publicaría fotografías y artículos, deseaba solo tener tiempo para hablar con ellos y informarles de cómo eran realmente las cosas.

Desafortunadamente había una multitud de fotógrafos frente al hotel y tuvieron que encontrar una manera de evitarlos.

Despertó a su compañero y decidieron quedarse en el hotel todo el día, salir solo por la noche para ir al famoso restaurante donde habían reservado para celebrar su compromiso.

Salieron por la puerta de servicio, el conductor los estaba esperando, subieron en el coche con el guardaespaldas, y lograron evadir a la prensa. El camino parecía tranquillo, llegaron a la entrada de un túnel y se dieron cuenta de que un auto les flanqueaba para hacer fotos, el conductor aceleró, pero perdió el control, el impacto fue terrible, la princesa sintió un gran peso sobre ella, no pudo moverse, vio a sus hijos correr hacia ella, parecía poder abrazarlos, ya no podía respirar y antes de irse comprendió que había perdido todo.

Leda Negri