Recuerdo

He estado pensando en llevarte de excursión el próximo sábado. Viajaremos a un destino sorpresa. Así le había dicho su novio Pedro. A Francisca no le gustaban las sorpresas. Pero qué más da.

El destino desconocido, una sorpresa… Por fin había llegado el tan esperado sábado. El fin de semana prometía ser intenso. Nada de trabajo, un poco de descanso. Pedro conducía el pequeño coche alquilado, concentrado en el recorrido, no había tráfico en la carretera. Ella conocía esa localidad, por haber estado allí años atrás con su exnovio Andrés, pero no se lo podía revelar a Pedro arruinando su idea de sorprenderla. Nada más llegar, y aparcado el coche, Pedro se desnudó y se zambulló en el agua de la pequeña cala tranquila en un entorno natural. En cambio, Francisca, subió al bosque que rodeaba la playa, se sentó en la base de un árbol, apoyando la espalda a su tronco y cerró los ojos. De repente fue como si una cascada de agua le cayera encima. Una cascada en la que flotaban los recuerdos. Trozos del pasado, algunos buenos y divertidos, otros dolorosos. Uno particularmente insistente. Le apareció Andrés, en el mismo lugar donde se encontraba ahora, Andrés abrazándola, Andrés besándola, Andrés, Andrés… le pareció notar nada menos que su perfume. Andrés, ya no estaba, nunca volvería a encontrarlo, si no en otra vida ya que se murió en un accidente de tráfico; entonces ¿Por qué evocar un recuerdo tan doloroso? ¿Por qué vibra y en mi cerebro?, estoy como detenida por su imagen, se decía Francisca a sí misma. Andrés estaba dentro de un chubasco repentino que seguía mojándole la cara con agua fría.

¿Pero qué estaba pasando? De verdad su cara estaba mojada.

Al abrir los ojos vio a Pedro, que dejaba que el agua del mar, del que acababa de salir, goteara sobre su cuerpo. ¿Y tú quién eres? Le preguntó, todavía concentrada en el recuerdo. Soy tu salida de emergencia de los recuerdos que duelen. Y aunque se diga que recordar es volver a vivir, por favor deja ir a Andrés.

Yo estoy aquí. Ahora soy yo tu presente, soy tu futuro recuerda que te quiero.

Raffaella Bolletti