
El viento comenzó en mayo, siempre comienza en ese mes, no nos damos cuenta porque abril llena de flores la primavera, hace que se nos olvide el movimiento de las plantas, de los árboles, ese alboroto de mayo con música silbante y, de la misma manera, quita la lluvia Santiago para sacar el Sol.
Las hojas siguen cayendo, ellas que abrían todos sus poros para recoger la luz, ellas que son las que recogen el rocío de la mañana, están vivas y así crece la flor y después su fruto. La hoja hace su trabajo, cumple su cometido. ¿Soñó ser alguna otra cosa? «No lo sé» Cuando caen son jugosas, Se desprenden del gigante que las sostuvo, con el rugir de esa brisa enfadada. Algunas caen jóvenes, otras, ya maduras. Siempre tienen la vida en sus manos. Son un regalo, ellas se van para que otras crezcan. Si todas permanecieran, el árbol se caería como la misma vida.
La mayoría de los autores que participan en esta revista han colaborado a la creación del libro:
- El amigo manzano por Raffaella Bolletti
- El Árbol por Blanca Quesada
- El Árbol de la Vida por Graziella Boffini
- El Árbol por Gloria Rolfo
- El Árbol por Iris Menegoz
- El Árbol por Sylvia Navone
- El bosque de Manuela por Carolina Margherita
- El mensaje del árbol por Patricio Vial
- El peral “Conference” por Jean Claude Fonder
- El verde es suyo por Silvia Zanetto
- La Ceiba que habla todos los lenguajes por María Victoria Santoyo
- Patahueso por Sergio Ruiz Afonso

































