El regalo

A Álvaro le regaló un libro su tía, era un libro viejo, de cuentos, con fotos para hombres como él, para personas de siete años o más, ya que antes lo habían leído ella y sus amigas.

El libro había llegado en un barco, dentro de un contenedor apilado y perdido. Pero lo rescató la titi Lola, y lo llevó a su librería. Apunto la fecha de llegada, fue el nueve de abril de dos mil veinte y la edad del libro es mil novecientos sesenta. Publicado en Milán. La editorial ya desapareció. 

Le encanto la portada: Un collage que reflejaba la historia de todos, aparecía la palabra taxi, una pareja mirando a un niño, un violín con una partitura recortada en forma de corazón. Tantas cosas. Una bella obra de arte llena de color.  Su tía le dijo que colocó el libro en el escaparate. Pasaron nueve meses y nadie lo compró. Decidió leerlo detenidamente y descubrió la historia de cada uno de sus lectores. 

Álvaro se fijó en la frase que su tía había puesto al final, debajo de otras anotaciones escritas con diferentes letras. 

Desde una librería perdida en el mar y mi amor se quedó en Sicilia.  Lola.

Así volverá a su lugar de origen. Leído. Hija del limpiador. Megan.

Me gusta encontrarme cosas, son regalos, mi trabajo es limpiar el aeropuerto JFK. Una vez leído reconoces tu historia que es el relato de los sentimientos, del amor, de los encuentros y las despedidas. La de todos. Drew.

Se lo regalé a mi hija que lo donó a «vidas encontradas» Me dijo que era una asociación benéfica situada en una isla donde disfrutó de su mejor viaje.

Toco el violín desde que recuerdo, cuando viajo, me acompaña algún libro, a este lo encontré en un tren y seguirá viajando ya que lo dejaré en el aeropuerto. Espero que lo leamos todos los que poblamos la tierra. Zhi Yan.

Trabajo en Berlín como profesor de idiomas para pagar un préstamo por estudios en Estados Unidos. mamá acaba de terminar de pagar mi préstamo como regalo de cumpleaños y me envió un libro que se lee en todos los idiomas. Soy Arthur. Ya sé lo suficiente. Él se queda en el tren que me lleva a casa.

Pintor de Sicilia. desde hace dos años este libro va conmigo. Ya que no pude compartir la vida con su dueña. Se quedará ahora en el último banco de la catedral de Milán. Mattia. 

Descubrí el mundo con un libro apropiado para todas las edades. Leyendo de atrás hacía adelante. Hoy lo dejo en un banco del parque. En algún lugar del mundo. Sintiendo, como todos los vivos.   Diez años después. Gracias titi. Álvaro.

Blanca Quesada