Amor y pasión

Permanancia

Siento tu olor por toda la casa.

Ya al entrar siento tu olor. Me acerco al sofá y me entra en la nariz. Un soplo de viento, leve, hace danzar las cortinas. Están empapadas de tu olor. Con ese movimiento se hace aún más intenso.

Con tu belleza sublime, tu gracia aristocrática, tus ojos maléficos haces que todas se enamoren de ti, ya lo sé.

Tú eres fino, elegante con tus pasos aterciopelados; pero tus amores tormentosos que se manifiestan en un placer carnal urgente (para citar a Gabriel García Márquez) te transforman.

La pasión te transforma. Te transforma en algo diferente de lo que eres normalmente.

Expiro, inspiro

Ahora no sé dónde estás, pero tu fragancia es omnipresente. Se nota en cada rincón de la casa.

Expiro, inspiro.

Es imposible no notarlo.

Siento tu olor, el recuerdo de tu semen por la cama, en las sábanas, en el cojín, incluso en el colchón.

Inspiro, expiro, siento tu olor por toda la casa aún más fuerte, intenso permanece por todos lados. No sé qué hacer. 

—María, ¿acaso te has olvidado de llamar al veterinario para hacer esterilizar al gato?


Graziella Boffini