Valor

Ese día era nublado y con viento, notó Marcos pero dado que era el último de las vacaciones, esa noche volvía a Madrid porque empezaba de nuevo a trabajar, fue a la playa. El mar estaba muy agitado con olas enormes y había poca gente. Cuando se había acomodado para mirar el sol, Monti, un niño muy chico que escapando a su padre estaba entrando en el mar y en ese momento una ola lo capturó y lo estaba llevando para dentro. Marcos, sin perder un segundo y con esfuerzo consiguió aferrar al niño y ponerlo a salvo. Los padres del niño no sabían cómo darle las gracias pero Marcos demostrando ser un bombero de valor y generoso dijo que no había hecho nada extraordinario, que cualquier persona lo habría hecho él estaba ahí y lógicamente salvó al niño, nada más. El padre del niño lo abrazó, se intercambiaron los nombres y apellidos él volvió a Madrid. Pasaron los años y Marcos se enfermó de una rara infección en los pulmones; el antibiótico che necesitaba venía de los Estados Unidos y era muy caro, pero non había ninguna otra solución, la cura daba buenos resultados y Marcos para pagarla tenía que vender la casa, pero no le importaba. Curando fue a la administración y pidió la factura vio que ya estaba pagada; quedó muy sorprendido pero vio escrita una fecha: 22 de agosto de 1974, firmado Manuel de Silva, era el niño que había salvado, era el director de la clínica y quería darle gracias porque salvando su vida, arriesgando la suya, le había dado la oportunidad de vivir.

Gloria Rolfo